domingo, 13 de noviembre de 2011

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Ayer fue el primer día que dimos clase oficialmente, restando la hora que dedicamos a la elaboración del blog.
Almudena nos puso un vídeo, con el que más de uno, seguro, se quedó boquiabierto, al igual que yo, pensando, quizás, qué hacíamos viendo una animación como aquella.
El corto fue el siguiente:
Con una música alegre y animada de fondo, un cordero bailaba sin preocupaciones algunas, orgulloso de su pelaje, algo por los que todos le admiraban. Un día inesperado, aparecieron unos hombres que cogieron al elogiado cordero y lo esquilaron. Desde que el cordero se quedó sin su gloriosa lana que le daba tanta fuerza y tanta seguridad personal, no fue el mismo. Incluso los demás, que antes lo admiraban, no hacían más que meterse con el pobre cordero esquilado. Un día, llegó un conejo que rebosaba simpatía y alegría. Fue él, quién le devolvió la seguridad al cordero, diciéndole que tiene que aceptarse, lo motivó, le dio fuerzas y le dijo que su físico es algo secundario, que lo importante está en su mente. A partir de ese momento, el cordero volvió a tener confianza en sí mismo, y los demás, volvieron a aceptarle, no por su lana, sino por lo que era realmente, a pesar de su apariencia.
¿Qué os mueve este relato? ¿Os recuerda a alguna situación vivida?
A mí lo que me transmite, entre otras cosas es superficialidad. Muchas veces sólo valoramos el físico de las personas, y no nos damos cuenta, que lo que vale realmente está por dentro. Sí, sé que suena muy tópico, pero es cierto. A lo largo de mi vida me he dado cuenta que las cosas son así. Lamentablemente, me he encontrado con personas que son bellísimas por fuera, pero que por dentro no eran capaces de transmitir nada. Nada. Sólo cosas negativas. Y por otro lado, personas que no son tan atractivas como otros, pero que por dentro son increíbles. Personas que con una simple sonrisa o un fuerte abrazo son capaces de conseguir que el mundo no se te caiga encima. Personas que valoran lo personal y no lo material, que le dan importancia a unos sentimientos y a una esencia, y no a un simple cuerpo decorado. Esas son el tipo de persona que me gusta tener a mi lado, personas que no me dejan que caiga, y si lo hago, están ahí para ayudarme a levantar.
Pero no sólo debemos ponernos en el lugar del cordero, que suele ser siempre lo más fácil. Una de las cosas que más odio de esta sociedad es la hipocresía. Y de alguna forma, todos somos hipócritas. Siempre decimos que no, que siempre acogemos a todos, pero a veces, discriminamos inconscientemente. ¿No habéis pensado que en muchas ocasiones somos también los animales que se burlan del cordero? No hace falta con hacerlo bufándonos del físico de los demás, sino con tan sólo juzgar la ropa, o quizás el peinado. Además, lo peor, es que hay una gran falta de personalidad, porque parece que cuando alguien comienza con las burlas hacia los demás, nos vemos con el derecho de hacerlo también, de seguirle ese juego ocioso y benévolo. Son pocos, (y en pocas ocasiones) los que paran y cortan con las discriminaciones y los prejuicios hacia los demás y tienen la personalidad y la humanidad de decirle a los demás “¡BASTA!”.
 Pero también hay mucha falsedad. Uno de los problemas de nuestra sociedad, es que tenemos todo aprendido. Sabemos lo que hacer, decir y cuando en cada momento. Somos hipócritas por esto y porque sabemos disimularlo cuando nos conviene. A lo mejor seguimos ese juego sin sentido, por miedo, por pensar que si no obedecemos a ese líder negativo, también llegarán a meterse con nosotros mismos, y hacemos ese daño innecesario a otros, aunque no tengamos esa intención y nos sepa mal.
Vivimos en un mundo lleno de prejuicios, prejuicios que sólo sirven para hacer daño a los demás. Porque a nosotros, ¿de qué nos sirven? ¿De verdad existen personas que se sienten bien viendo cómo otros sufren y lo pasan mal, y que esto les satisface? No me gusta pensar que existen personas tan poco humanas. Prefiero pensar, que de alguna manera es un inconsciente, y no un daño hecho adrede, aunque daño sigue siendo.
A mi parecer, la postura  más bonita ejercer (de la historia) es la del conejo. No creo que exista cosa más bonita que poder sacarle una sonrisa a alguien. Dar ánimos y que la persona vuelva a tener luz en la cara es lo mejor que se puede conseguir en la vida. Para mí no hay nada tan satisfactorio como cuando me dicen: “quiero hablar contigo para que me levantes el ánimo, que ando por los suelos”. De alguna forma esas palabras me hacen sentir útil, me gratifican y me hacen sentir que soy buena amiga, que confían en mí. Y por otro lado, que el cariño que les tengo a esas personas, hace que en los momentos más malillos que están pasando, ahí estoy para hacerles ver que no todo es tan negro, y que siempre, detrás de la gran tormenta, sale el sol.
24 octubre
La práctica de hoy ha sido muy interesante. Me ha hecho ver cómo pasan cosas por delante de mí, y no me llego a dar cuenta de las consecuencias que conlleva.
Aquí os dejo un pequeño resumen del documento de Jaume Funes, “Lecturas inadaptadas sobre los ciudadanos con dificultades sociales”, donde hace una pequeña crítica sobre donde nace la marginación y algunas ideas para intervenirla.
La marginación, la exclusión social, es producto de cuatro variables:
-          Las sociedades inadecuadas: en ellas se habla de inadecuación entre el individuo y el contexto que le rodea, ya sean inadecuación cultural, física,…para intentar resolver necesidades y dificultades de personas en sociedades no adecuadas, podemos planificar e intentar realizar cambios, pero siempre a partir de un cambio, también, de la sociedad.
-          Construcciones problematizadoras de la dificultad: en la mayoría de los casos de problemas en la marginación se observan unos casos vividos como reales, pero que en la realidad no son los verdaderamente vividos. Se suelen poner las dificultades en problemas de agregación social.
-          Las reacciones incorrectas: la marginación es el resultado de respuestas incorrectas que damos a algunas actitudes. Lo que hacemos realmente es incrementar la marginación, como es el caso de la cárcel, en lugar de paliarla y evitarla.  Esos reclutas al salir, se conviertes en marginados. Tipos de respuestas:
·         Patologización: los problemas de marginación son problemas de patología individual.
·         Penalización: utilizar el código penal como respuesta a los problemas sociales.
·         Protección: proteger a los débiles sin contar con ellos.
·         Burocratización: dar respuestas formales, sin ponernos en el lugar de los demás.
-          Las circunstancias problemáticas: la marginación no sólo es una causa social, sino también individual. Esta exclusión pudo haberse producido por:
·         La ausencia de un clima afectivo básico.
·         Vivir en condiciones de desarrollo precarias.
·         Estar bajo altas posibilidades de siniestro.
·         Socializarse rodeado de estímulos y modelos educativos negativos.
Se presenta un decálogo sobre formas y criterios para paliar la marginación y exclusión social:
-          Reducir las injusticias sociales; pues no saldremos de la exclusión sin solventar necesidades básicas en la sociedad.
-          Actuar desde el derecho a ser persona; debemos hacer políticas sociales contra la marginación por las personas, no por el hecho de que puedan llegar a ser problema.
-          Debemos romper con las construcciones sociales para poder hacer política social.
-          Renunciar a las políticas que provocan mayor marginación; como es el caso de la cárcel.
-          Utilizar una integración global e integrada, aplicada a las condiciones actuales.
-          Centrar las ayudas en la atención primaria; no crear etiquetas y no cubrir los verdaderos problemas reales.
-          Hay que abordar la dimensión colectiva.
-          Diseñar acciones específicas para colectivos en procesos de socialización.
-          Recuperar la dimensión territorial; pues los problemas suceden en lugares concretos.
-          Dar respuesta a los problemas de las personas.
El artículo de Funes me ha gustado mucho, porque me ha hecho ver realidades de las que, en parte, no me daba cuenta, o las tenía tan aprendidas, que no apreciaba la verdadera influencia que provocaba en la sociedad.
Una de las cosas que tenemos siempre en la boca es “hay que cambiar la sociedad”. Es algo con lo que estoy de acuerdo, que hay que cambiarla, pero para ello tenemos que ir solventando los problemas más urgentes que están presentes en ella. La sociedad no es algo que se pueda cambiar así como así, se necesita mucho tiempo. Por eso, considero que ese cambio de la sociedad, realmente se va a ir produciendo con las pequeñas reformas que vayamos realizando para paliar de alguna forma con las dificultades con las que se encuentran las personas de nuestra sociedad, acabar con las construcciones sociales creadas que encaminan a la marginación, y ofrecer otro tipos de respuestas que no conlleven  a la exclusión social. Creo que si poco a poco vamos realizando pequeños cambios en problemas como estos, la sociedad también, de alguna forma, cambiará algo de parecer.
Otras de las cosas que me han impactado muchísimo ha sido el efecto que se produce en la sociedad, una intervención para erradicar con ciertos problemas, pero que realmente, lo único que produce es agravar esa marginación social existente.
Al ver las fotos de las campañas contra el sida, o VIH, he podido comprobar que con una sola imagen se dicen muchas cosas, más de lo que incluso queremos decir. Tenemos el ejemplo en estas campañas; fotos con las que se pretendían concienciar a la sociedad de que fuese precavida a la hora de mantener relaciones sexuales, por correr el riesgo de la transmisión de enfermedades. Pero una cosa es eso, y otra muy distinta, representar con la imagen de la campaña, que las personas que padecen la enfermedad son monstruos.
Lo que se consiguió con estas publicidades fue la exclusión social de aquellas personas que padecen la enfermedad. La marginación de personas con las que no se quiere tener relación por miedo. Es una verdadera pena, que por culpa de campañas mal gestionadas, se tengan que organizar otras para intentar paliar estas graves consecuencias, y lo peor, que estas personas sufran la marginación y no se les traten por lo que son, personas.
Está claro que la marginación no es algo social, también es individual. No podemos achacar sólo la culpa a uno de estos dos factores. Están relacionado el uno con el otro.  La sociedad puede excluir a algún individuo por no estar de acuerdo en lo que sí lo está una mayoría, pero también éste puede separarse de la sociedad por diversos motivos.
Una realidad actual, con la que estoy de acuerdo con Funes, en la que hay que modificarla, es en las respuestas que se dan a la sociedad. Es el caso de cárcel. Todo lo que conlleve un castigo penal, se hace a partir de ésta, provocando una mayor marginación. Cuando estas personas salga de ella, serán completamente excluidas, ya no sólo por el delito que han cometido, sino por el hecho, también, de haber estado encerrados en ellas. ¿No es ya demasiado frustrante estar encerrado en un lugar a falto de tu libertad como para que en el momento que salgas de ese encarcelamiento se te esté prejuzgando y dando de lado continuamente? A mi parecer, éste es el gran castigo.
En el caso actual del juicio del caso de Marta del Castillo, la gente se echa a la calle para insultar y avasallar a los causantes de su muerte, algo que tampoco me parece. En ningún momento estoy justificando a nadie. Por supuesto, me parece una cosa inhumana lo que han hecho con la joven, y tampoco considero adecuada la actitud que están tomando en no testificar dónde está el cuerpo, para que pueda descansar en paz tanto ella, como sus familiares y amigos, y de cierta forma, terminar con esta pesadilla. Pero tampoco somos nosotros nadie para juzgarlos. Es un ejemplo bastante extremo, pero con esto quiero decir, que sea cual sea el motivo por el que una persona haya estado en la cárcel, ya lo juzgamos como lo peor, y no damos oportunidad de reinserción en la sociedad, como por ejemplo a una persona con problemas de drogas.
Por ello, a mi parecer, uno de los factores que dificultan la reinserción son las construcciones sociales que tenemos. Tenemos estereotipos en nuestra mente que no borramos con facilidad, y no nos permiten la aceptación de determinadas personas que tengan la relación con ciertos grupos negativos para nosotros. Debemos aprender, que porque una persona tenga alguna similitud en algún aspecto, no indica que sea igual en los demás, ni que tenga algún parecido similar. La sociedad actual debe aprender que cada persona es un mundo, e ir dejando a un lado los estereotipos y prejuicios. Otras de las causas es que la persona excluida no comparta los mismos pensamientos que la mayoría de la sociedad, quedándose así excluido del grupo.
Por otra parte, también existen factores que conciben al individuo, ya sea por la falta de afecto, sintiéndose sólo y poco valorado; sin recursos de distintos ámbitos, ya sean educativos, afectivos, sociales…debido a la historia afectiva, familiar, amistosa y social del individuo. Todo esto, hace que el individuo tenga dificultades para comunicarse y socializarse con los demás.
Para mí, uno de los factores más influyente en la dificultad de reinserción es la construcción social sobre los demás.
La desadaptación social es la dificultad que tienen ciertas personas para comunicarse con los demás y llevar una vida social.
Uno de los problemas en el que las políticas o acciones de integración generan más marginación de la que intentan evitar es con la manipulación de la publicidad. Es como el caso que vimos en clase sobre la campaña contra el sida. Más que evitar y prevenir correr riesgos, provoca miedo y repelús hacia las personas que padecen la enfermedad. Hay  que tener cuidado con lo que queremos reflejar y trasmitir, pues en ocasiones tenemos que reparar el daño que hemos causado.
Viendo el nuevo anuncio de la Caixa, me hizo recordar esto. La protagonista es una chica que ha encontrado un empleo y que está inserta en la sociedad. Ella tiene síndrome de Down, pero en ningún momento se la califica como discapacitada, sino, con alguna que otra dificultad, como la podemos tener los demás. Pero, por otro lado, la describe como una persona simpática, alegre, y que de alguna forma está ahí por ello, no por su validez profesional como el resto de sus compañeros.
 Si queremos igualdad, que sea cierta y puesta en práctica. La cuestión no es dar pena y conseguir las cosas por ser diferentes de los demás. Es conseguir algo por el mérito propio y el trabajo de uno mismo. Debería terminar de una vez las subvenciones y las ayudas del Estado a empresas para admitir en su plantilla a personas en riesgo de exclusión, o con algún déficit. Realmente, esta actitud debería estar ya integrada. ¿De qué nos vale pagarles a las empresas para que acojan a personas para que trabajen para ellos? En teoría es una forma de integración de la persona, porque se ofrecen oportunidades laborales, pero a la vez, es una forma de discriminación, porque, ¿estarían trabajando estas personas sin la ayuda aportada por el Estado?, lamentablemente, en muchos de los casos sería que no. Estamos fomentando, pienso, algo que es discriminatorio, porque lo hacemos por el hecho de ser diferentes. Es cierto que no todos estamos capacitados para el mismo trabajo, pero estas personas si lo están para la labor que desempeñan. ¿Por qué, entonces, se ofrece dinero a cambio de que contraten a las personas si pueden realizarlo? En el mundo en el que vivimos sólo nos preocupa lo económico y material, y si no llegase a ser por las ayudas que se dan a las empresas, muchas de estas personas no serían contratadas.
Temas 2 y 4
Intervención educativa en inadaptación social
Capítulo 1: Concepto de inadaptación social
El proceso de inadaptación social atraviesa dos fases:
-          La inadaptación objetiva; el sujeto desarrolla conductas y comportamientos desviados para conseguir sus objetivos de forma ilícita. El sujeto inicia diferentes tipos de adaptación: el conformismo pasivo, la conducta antisocial y la retirada.
-          La inadaptación subjetiva; se manifiesta cuando las instituciones protectoras y correctoras aparecen. Si no se atienden a las necesidades del sujeto, éste desarrolla unos comportamientos considerados como anormales.
La inadaptación social es la no integración en la sociedad, por problemas que padezca el sujeto, ya sean sociales, físicos, psíquicos, económicos o de cualquier índole, que dificulta el desarrollo de las relaciones e interacciones con las personas que les rodean, o también, debido al rechazo experimentado por la sociedad sobre el miembro, por el hecho de ser diferente o de sufrir las causas anteriores. Cualquier persona podemos sufrir desadaptación en cualquier momento, cuando no sepamos actuar ante el problema presentado.

Tipos de referentes con los que definir adaptación e inadaptación
El referente normativo
Es la dimensión normativa de la sociedad. Ésta obliga a tener implantada una determinada ordenación social que es aceptada por la mayoría de la población que vive en ella. El individuo acepta esas normas a través de la socialización para poder comunicarse y participar en la sociedad.
La acomodación del individuo en las exigencias sociales y grupales no puede violentar las necesidades de los sujetos. Debe existir una relación cordial entre estos y el entorno en el que se desarrollan.
La adaptación a la norma social puede revestir modalidades y diferentes grados de conformidad y no conformidad. La adaptación social no es una total conformidad social.
Según esta teoría, los inadaptados sociales son los que no llevan a cabo las normas de la sociedad en la que se encuentran. Por esta razón, todos somos alguna vez inadaptados, porque nos desviamos de las normas que nos son impuestas. Las normas de la sociedad van cambiando y modificándose según su evolución, al igual que ésta. Por eso, las personas inadaptadas, los colectivos a los que pertenecen, también varían según el tiempo.
Las aptitudes como referentes de las definiciones
El término inadaptación ha sido también utilizado para designar a enfermos. Para evitar malentendidos, la inadaptación difiere de la de deficiencia, enfermedad o invalidez.
Se entiendo por inadaptación social; las discapacidades psíquicas, intelectuales, físicas o sensoriales no facilitan la adaptación. Las dificultades de estos sujetos se dan en contextos determinados. No es la discapacidad la que los hace inadaptados, sino la práctica que se utiliza. Por eso es importante el respeto a las características de las personas, pues la inadaptación llega a las personas sin discapacidad. El ser diferente no lleva a la inadaptación.
Es relevante la distinción entre diferencia y desigualdad. La desigualdad supone una jerarquía según la competencia de los sujetos, en cambio, la diferencia no supone ninguna clasificación. La desigualdad es la versión afectiva y valorativa de la diferencia, mientras que ésta es la representación cognitiva de la diversidad.
La diferencia es la representación de la diversidad, es decir de la pluralidad. Sin embargo, la desigualdad es algo valorativo. La diferencia no es negativa siempre y cuando se respete a los demás y se tengan los mismos derechos. La desigualdad es cuando existe una jerarquía en los derechos y principios, comparando los valores respecto a los demás.
Definiciones con la referencia centrada en la especificidad humana
El hombre es un ser de proyectos. Si estos proyectos no se realizan ni salen de la forma predispuesta, el sujeto podrá tomar conductas distintas. Por ello, no todo está determinado por el medio. Podemos distinguir dos formas de inadaptación: la incapacidad psíquica de pasar de la fase del proyecto al de su realización, y la imposibilidad de elaborar proyectos nuevos. También existe una adaptación fantasiosa. Pero la imaginación es para la realidad y la fantasía para rehuir de la realidad. Esto es un aspecto importante en el sujeto, sin achacar nada al ambiente.
Es decir, el sujeto también tiene gran importancia en su adaptación, y en ocasiones no llega a ella debido a las desmotivaciones en su vida.
Definiciones centradas en la referencia de la interacción ambiente-sujeto
Desde la perspectiva de la interacción, la inadaptación supone un conflicto, una inadecuación, una relación problemática entre el sujeto y el medio, es decir, se produce un desequilibrio entre  estos. Éstas se producen cuando las exigencias del individuo son demasiado elevadas y sobrepasan la normalidad, o cuando la sociedad no se adapta a esas exigencias del sujeto.
Es importante que exista una buena interacción entre el sujeto y el ambiente, ya que el sujeto se desarrolla en él y se enfrenta y desenvuelve en todos sus ámbitos.


Para Valverde, la inadaptación social es una comunicación rota, que se clasifica en:
-          El conformismo pasivo: choca con lo que debe ser una persona; la individualidad, la libertad y la autonomía.
-          Es un refugio de conductas y estilos de vida que pretenden evitar un enfrentamiento como la participación de la sociedad. Existe un abandono.
-          La conducta antisocial objetiva; actitudes de enfrentamiento, violencia, ruptura con normal,…
Discusión en torno a algunas teorías globales de la inadaptación social
Es una influencia en los procesos educativos. Cada perspectiva contempla la inadaptación desde unos determinados enfoques.
La calidad de nuestra acción está en relación a la riqueza de las perspectivas que nos ayudan a comprender y explicar lo que ocurre en nuestro alrededor. La percepción de la persona recogerá la impresión que les da a los demás.
Imágenes del sujeto:
-          Se hace referencia a las causas; ven a la persona con dificultades determinadas.
-          Se hace referencia a las consecuencias; desorganizan los entornos donde viven.
-          Extrañeza de los comportamientos.
-          Prolongación del ejercicio de su profesión.
Las teorías del aprendizaje social
Surgen una serie de teorías sociopsicológicas en las que se destaca el vínculo entre el medio y la persona. La socialización y las desviaciones son fenómenos o conductas aprendidas.
En los mecanismos de aprendizaje se destaca:
-          Los sujetos tienden a comportarse según los beneficios o prejuicios que se derivan de sus actos.
-          Mediante el aprendizaje vicario u observacional se reafirma la influencia de los modelos.
Bandura y sus colaboradores dieron información sobre los factores que producen la imitación de las conductas. También se hicieron observaciones sobre la persistencia de la conducta aprendida, reiterando la importancia del refuerzo de la conducta.
La perspectiva funcionalista
Existe una dinámica social dominante. Esta dinámica es el marco social y cultural en el que se encuentran los sujetos. Puede ser funcional (se asumen reglas) o disfuncional (se rechazan las normas).
Hay autores que manifiestan que la desviación es funcional al grupo. El mal comportamiento afirmará cuál es el bueno. Las desviaciones sirven para mantener unos límites. La excesiva desviación social es disfuncional al sistema al romper las expectativas institucionalizadas y provocar la desintegración del sistema.
Se han realizado algunas críticas a esta perspectiva. En la práctica es más difícil de lo que parece especificar qué es funcional y qué es disfuncional. La función del grupo es algo que se decide mediante conflictos, no viene dado en la estructura organizativa.
La perspectiva interpretativa
A veces, se cae en un predeterminismo que estigmatiza, aunque por otra existe una lógica finalista. Frente a estas concepciones han surgido teorías explicativas que dan importancia a la interacción:
-          Reacción social y significación; la reacción social frente a la inadaptación puede amplificar fenómenos que podrían haber desaparecido. Se realizan unos actos en los que  cada actor los interpreta y da sentido de una manera.
-          Explicaciones y atribuciones; se intenta buscar una lógica para hacer comprensible lo que pasa o ha pasado. La atribución busca a un responsable. Toda persona es susceptible y juzga a los demás. Esto ocurre en contextos de interacción y comunicación. Generalmente, el comportamiento ajeno se explica mediante disposiciones particulares y el propio comportamiento en términos situacionales. Nuestros estereotipos y expectativas respecto a los otros influyen en la manera como interpretamos sus comportamientos.
-          La reacción social y los procesos de definición de la conducta; la etiqueta que ponemos a los demás, los define. Aquí actúan los siguientes mecanismos: regla de perpetuación, regla de economía y regla de consistencia. Lo que piensan los otros de uno, influye en lo que cada uno piensa de sí mismo. Y lo que piensa uno mismo sobre sí se refuerza según los demás. No se debe olvidar la heterogeneidad de las conductas y la relación compleja que mantienen con la estructura social global.
La perspectiva social
Se dice que la sociedad es la culpable de los fenómenos de la inadaptación. No es la naturaleza quien determina el destino, sino una manera de conformar las relaciones sociales.
La inadaptación es la marginación en la relación del individuo con la sociedad. Podemos clasificar la automarginación (rechazo a lo social), o la exclusión social (marginación como exclusión).
Con esto podemos hablar también de la falta de integración laboral y la falta de inserción social y familiar. La desafiliación surge con la falta de integración laboral y de inserción.
-          La integración laboral. La imposibilidad de encontrar un primer trabajo, o estar en situación de desempleo, en una sociedad que valora la capacidad de trabajo, se refleja en la autoestima.
-          La inserción social. La familia ha sufrido fuertes cambios, como la familia monoparental, los divorcios,…
-          La desprotección cultural. Antes el sistema de valores tenía una función integradora, ahora se vive situaciones negativas en busca de una identidad positiva.
En la actualidad, las sociedades modernas tienen problemas y cuestiona representaciones que se habían formado. La marginalidad se convierte en inadaptación cuando toca el corazón mismo de la subjetividad, la forma personal de estar en la realidad.
En mi opinión, debemos tener presentes las perspectivas de las teorías de aprendizaje social, principalmente, porque el hombre es un ser social, y como tal, le es relevante mantener una relación con la sociedad en la que está inmerso y con el medio en el que se encuentra y desarrolla.
Debemos posibilitar a máximo la integración de las personas al medio y a la sociedad. No todas las normas de la sociedad nos respetadas los miembros de éstas, pero sí es necesario seguir unas normas básicas y fundamentales, para fomentar la importancia de que exista un determinado orden, pudiendo, también, ofertar ayudas y reivindicar derechos a los miembros de esa sociedad siempre que sea necesario para la resolución de problemas.
La interacción con el medio es importante, pues en él se desenvuelven el resto de los miembros de esa sociedad, los que de alguna forma, influyen en nuestro pensamiento.
Queramos o no, las personas de nuestra sociedad influyen en nuestro pensamiento. Si solemos tener una autoestima baja, nos influirán notablemente las opiniones de los demás sobre nosotros y tendrán más validez que la que tenemos nosotros mismos. En cambio, si reforzamos nuestro pensamiento sobre sí mismos, tendrá más importancia e influencia que la de los demás tiene sobre nosotros.
También la sociedad tiene gran importancia en la inadaptación, pero no sólo ella, también el propio sujeto. La sociedad es el conjunto de personas que mantienen unas normas comunes, una cultura,…y que interactúan entre sí. El pensamiento de la sociedad será genérico, por lo que, si un miembro piensa o sigue conductas distintas a las de la sociedad, las de la sociedad tendrán mayor influencia, ocasionando, en cierta medida, problemáticas para las relaciones con el medio y la sociedad. El sujeto es responsable de mantener esas relaciones, de conservar su ideología y conducta, o modificarlas en cierta medida para una mejor integración en la sociedad.